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Hay cosas que, por más que te alejes un montón, no se pueden olvidar.

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Es tarde
Pero es madrugada
Si insistimos un poco.

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Este mundo te da dos opciones: Ser falso y estar rodeado de gente o ser tú y estar solo.

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Ven, quiero decirte un secreto en la boca.

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Es una enorme paradoja que, cuando más gente conozco, más termino extrañándote.

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A ella la conocí cuando ya estaba muerta. Esa chica podía ver, caminar, tocar, pero era como si ya estuviera muerta. Nada le emocionaba, ni le conmovía, tampoco creía o luchaba por algo. Eso lo supe desde casi un principio. Así que fue mi culpa que yo saliera lastimado, fue mi culpa por querer hacerla revivir, cuando algo así es imposible realmente…

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Tu muerte es el designio para seguir viviendo y mi muerte será la ley para la eternidad en todos los que me suceden.

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Si para ti soy suficiente, no me importa ser «nada» para los demás.

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He puesto en tu
boca más que palabras
ahondándola,
al roce de saliva,
con carne y sustancia.

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Nosotros por sí solos no éramos nada, unos simples perdedores comunes, sin importancia. Pero juntos, juntos éramos algo, algo tan hermoso y especial… que por un momento creí que nunca iba a terminar.

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Te escribo para decirte
que no quiero decirte nada
que sólo quiero abrazarte
buscar el calor de tu vida.

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Cavidad en ti
no habrá en la cual mi
carne no hunda.

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¿Realmente pensaste que yo te lastimaría?

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No dimensionas que tan importante eres para mí. No te das cuenta lo que significó para mi encontrarte y al poco tiempo de conocerte saber que eres exactamente lo que mi corazón necesitaba. Desconoces lo mucho que vales en este mundo con personas tan usuales, no tienes idea de que tan especial eres. Estás fuera de sitio, como un arcoiris en la noche, y me hace bien pensar el porqué me has elegido a mí; me hace creer que tengo algo bueno después de todo.

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Te escribo para decirte
que no quiero decirte nada
que sólo quiero abrazarte
buscar el calor de tu vida.

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Te deseo con la desesperación y el anhelo de lo imposible.

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Sus labios se abren
sobre mi carne erguida,
ahogándose.

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En la esquina
de mi cama, una voz
clama: ¡Cógeme!

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Te he dedicado tantas noches…

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A veces es bueno seguir los instintos… y huir a tiempo.

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Mientras siga pensando en ti, nunca seré libre.

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Me gustaría que, aunque fuera sólo por un momento, te vieras a ti misma como yo te veo. Y entonces me entendieras…

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Aparentemente, la única manera de ser feliz, es que todo te importe una mierda.

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Si por mí fuera, nunca me hubiera apartado de tu lado. Ahora tu indiferencia quema y la distancia que hay entre nosotros se volvió insoportable.

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Ojalá mañana no te necesite como hoy.