Sin tener abierta el alma no tiene ningún sentido ceder; hay que desnudarse para poder trascender el miedo que la carne nos hace comer cuando el corazón, en su soledad, busca suceder.
Sin tener abierta el alma no tiene ningún sentido ceder; hay que desnudarse para poder trascender el miedo que la carne nos hace comer cuando el corazón, en su soledad, busca suceder.