Las muertes del ego, tan dolorosas, tan necesarias, aceptar para dejar ir tu antigua sombra con sus hábitos, sus deseos, sus afecciones, volver a empezar de cero, muriendo una noche… dos, tres, soportando la congoja, las ganas de llorar.
Las muertes del ego, tan dolorosas, tan necesarias, aceptar para dejar ir tu antigua sombra con sus hábitos, sus deseos, sus afecciones, volver a empezar de cero, muriendo una noche… dos, tres, soportando la congoja, las ganas de llorar.