:

Escuchar tu voz al otro lado del teléfono, tu timbre enamorado y nervioso, tu sonrisa de niña evitando que descubra tu verdadera intención para conmigo. Me das ternura. Y sí, te quiero, te quiero como no creí jamás llegar a quererte, pues estaba acostumbrado a dejar entrar antes la pasión que el amor… Y la vida es amor, desde que llegaste tú.

Deja un comentario